Una vaga desilución,
Una efímera ilusión...,
Mi tarde se vistió del reflejo de las amapolas, dibujando la tierra con sus hojas teñidas de verde ensueño.
Me recosté en la noche..., extensa como ella. Y en la mañana me reconocí como la que recién empieza a descubrir las melodías de los silencios.
Las amapolas siguieron su camino...
La noche despertó en la mañana, y ella abrió mis somnoliencias
¡Supe!
Entonces supe...
que fue una vaga ilusión.
sábado, 4 de septiembre de 2010
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